Labios Helados, Lengua Caliente - Extra


[Extras]

[Montañas Humeantes ]


El sujeto camino hacia la camioneta, viendo como metían el cuerpo de Jason Snyder dentro, en la parte trasera. Aun molesto por todos los sacrificios que se habían hecho para atraparlo. E inclusive los weres habían logrado escapar.
No importa, los atraparemos en otro momento. – se dijo a sí mismo, palmeándose el rostro. Asintió cuando le indicaron que ya estaba asegurado. Y todos estaban listos para partir.
Tomando el pequeño comunicador en su oreja, tras presionar el botón, una voz ronca le respondió con un alarido. Quería informar a Bateman directamente, pero como estaba la situación en la ciudad y que tenían a Bateman vigilado las 24 horas del día, tenía que rendir cuentas a otra persona de su misma confianza.
-         Señor, lo tenemos.
-         ¿en serio? Bien. Felicidades. ¿Cuándo llegaran?
-         En 12 horas si logramos burlar la seguridad. Debo preguntar, ¿Por qué es tan importante este sujeto? He perdido a muchos el día de hoy.
-         Simple diablos. Te los repondré en menos de dos días. Él es especial. Es uno de los múltiples juguetes de Bateman. Así que ten cuidado cuando lo traigas, no lo pierdan de vista.
-         Entendido.
-         Por cierto, cuando lleguen a la entrada, necesito que me avisen, enviare un grupo a recibirlos. No queremos que los de seguridad se vean envueltos en más aprietos, ¿verdad?
-         No, señor Dale. Yo mismo me encargare de avisarle nuestro arribo.
-         Bien.
-         ¿Algo más, señor?
-         No, eso es todo. Buen trabajo. Los esperamos en la ciudad. – la llamada término, apagando el dispositivo, el vampiro se unió a su grupo, ingresando en el vehículo.
**************************
 [Al otro lado de la línea]
Colgó el teléfono, dejándolo sobre la mesa. Embistiendo fuerte en el interior del pequeño cuerpo de su mascota, Trent, quien no pudo evitar gemir, doblando su cuerpo debajo del suyo, sus manos encima de su cabeza, sujetas a unas esposas. Tomando su cadera, se empujó profundamente, Trent lo apretó. Sosteniéndolo entre sus brazos, atacando su hombro desnudo con ferocidad, marcándole la piel, este gruño ante el dolor, dejando
El silencio se rompió, mientras él seguía empujándose dentro de Trent, golpeando su punto más íntimo.
-         ¿Cre-Creí que eran amigos? – sorprendiéndose por la voz agitada del chico. Embistió más fuerte, envolviendo sus brazos alrededor de su cadera, provocándole un espasmo. Susurrándole al oído, mientras pellizcaba sus pezones.
-         Solo si comparte sus juguetes conmigo. Yo también quiero divertirme un poco. Y le he agarrado cierto interés desde que Bateman me lo presento.
-         ¿Significa que me remplazaras con él?
-         Nada de eso. Lo quiero para el carnaval.  – lamiendo su cuello, el cuerpo ajeno se estremeció, notando como la piel se le erizaba. Dale se empujó, eyaculando su semilla dentro del cuerpo de Trent.
-         ¿E-El… Carnaval?... Ahh… Tho-Thomas… Ahhh…
-         Limpia este desastre. Tengo que atender algunos asuntos para su llegada.
-         S-Si, amo.
-         Y ponte algo lindo para esta noche, unos amigos míos quieren venir a jugar contigo.
-         S-Si, amo – asintió, agachando la cabeza.
Cuando se hubo ido Dale, Trent dejo salir un suspiro. Avergonzado y humillado, sintiendo como el semen del vampiro se deslizaba por su entrepierna, provocándole cierta incomodes.
Era solo un juguete más de Thomas Dale, aunque no podía quejarse. Pobre del chico que fuera aquel del que hablaba. Su destino sería peor que el suyo. A comparación del futuro que le esperaría a cualquier que ingresara en el Carnaval. Al menos aún seguía “vivo”, ¿no?
Si, su nueva vida en la que no vivía.
Había traicionado a todos por esta nueva vida. Si se podía decir vida. Apretando la mano contra su pecho, aguantando las lágrimas.
Una enorme llamarada ilumino la habitación. Girándose a la ventana, viendo como enormes flamas de colores rojizos y el humo se levantaba en el cielo, se podía ver los edificios en llamas y a la gente corriendo, presas del pánico.
Otro día más en ciudad Zwielicht. -  Se dijo a sí mismo y cerro la cortina, yendo en dirección al baño para prepararse.




















********************

[Ciudad Zwielicht – Centro Comercial]


Viendo desde el tercer piso como todos corrían desesperados y la policía trataba de controlar los disturbios, en vano porque eran empujados y se creaba más caos. Toda la zona del Centro Comercial estaba en llamas, varios edificios habían sufrido “inexplicables” explosiones y ahora había escombros envueltos en llamas cayendo desde el cielo.  ¿Cómo esperaban que mantuvieran la calma? Además, aún faltaban un par de bombas más antes de que los “fuegos artificiales” acabaran con la celebración.
Dando pasos tranquilos, caminando por el borde del risco del techo. Balanceando su cuerpo, con ambos brazos extendidos. Su cabellera rojiza agitándose con el aire, producto de la altura, una sonrisa se dibujó en sus labios, mirando sobre su hombro a aquellos dos sujetos que se mantenían a una distancia.
-         Ok, chicos, ya saben qué hacer.
Los dos sujetos detrás de ella asintieron. Yomen, el más grande, de cabello rubio en puntas y que fácilmente podría ser sus dos compañeros juntos y uno más, levanto el brazo al aire, y golpeo el techo, produciendo que este colapsara. Se arrojó dentro del agujero que había creado.
Ella se giró, viendo como Tyler, el de cabello verdoso, desaparecía tras una sonrisa. Echando un vistazo a través de la grieta en el techo, observando como Yomen hacia pedazos a los sujetos dentro del edificio, que a pesar de utilizar sus armas para detenerlo, eran asesinados sin piedad. El ver como arrancaba con tanta facilidad las extremidades de sus cuerpos, era impresionante.
Tyler, por otro lado, evitaba el ataque directo. Esquivando y atacando sin previsión. Esperaba por los disparos, los esquivaba y luego, atacaba por la espalda. Deslizándose a una velocidad mayor, aparecía detrás de estos y partía sus cuellos en un giro. Algunas veces iba demasiado rápido y lograba arrancar las cabezas por su velocidad.
Una sombra se movía por la parte trasera de Nova, está completamente absorta en la pelea. El sujeto saco un cuchillo, listo para atacarla, cuando sintiendo una leve ráfaga acariciar su rostro. Cayendo de rodillas, soltando el cuchillo de sus manos, una pequeña línea horizontal apareció, pasando por encima de su labio superior. La mitad de su cráneo cayo, al igual que el resto de su cuerpo.
Soltando un suspiro cansado, Nova se colocó de pie, viendo el cuerpo del sujeto.
-         Que tonto. No estás  a mi nivel.  – el sonido de un cargador. Se giró, encontrándose con 5 sujetos armados que le apuntaban directamente. Nova los miro, curiosa. Cuando uno de ellos disparo frente a ella, a pocos centímetros de su bota.
-         ¡¡Alto ahí!! ¡¡MALDITA!! ¿Quién eres? ¿Quiénes son ustedes? ¡¡Habla!! ¡¡Se arrepentirán de haber venido a nuestra base!!
-         Aburrido… – pronuncio en tono cansado. Cerrando los ojos un momento. Removiéndose el pelo de los hombros, este se agito un momento por la acción.  los sujetos la observaron sin dejar de apuntar, cuando sus armas cayeron al suelo, sus manos cayendo con ellas. Asustados, gritaron, tanto por el dolor como por la acción misteriosa. Viendo como la chica aún mantenía los ojos cerrados. Cuando los abrió,  todos los cuerpos cayeron  hechos pedazos, tan pequeños que sería difícil reconocerlos.  Nova volvió a suspirar, acercándose al borde. – Ethan, espero que estés bien y que lo traigas contigo.
-         Hermana, hemos terminado. – anuncio Tyler con una sonrisa, limpiándose la sangre en el pantalón. Nova rodo los ojos, notando como Yomen se acercaba, arrastrando un cuerpo, ella negó, indicándole que lo dejara ahí mismo. Este gruño, haciendo un leve puchero, a pesar de ser enorme, parecía un niño pequeño. Reacio, pero al ver la mirada de Nova, Yomen lo dejo.
-         Bien. Vamos con papá, le diremos que completamos la misión y el grupo rebelde fue neutralizado.
-         ¡¡Sí!! Bateman estará feliz. – cruzando los brazos sobre su cabeza. Yomen le miro, imitando su expresión, aunque un poco más ronco.
-         … Feliz… - Nova le dio un golpe detrás de la nuca a Tyler.
-         Llámalo Padre, Tyler. No querrás que se enoje.
-         Lo siento. – se disculpó, pero Nova le ignoro. Girándose, se preparó para dar el salto hacia el otro edificio.
-         Vámonos, tontos.


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